Reguera González, Manuel

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Descripción

Dice de él Constantino Suárez, «Españolito», en Escritores y artistas asturianos (Oviedo, 1957), que fue arquitecto e ingeniero de gran reputación en el siglo XVIII; fue también escritor acerca de asuntos profesionales. Canella y Secades invierte sus apellidos cuando le cita en Historia de la Universidad de Oviedo.

Nació Manuel Reguera González en la villa de Candás (capital del concejo o municipio asturiano de Carreño) el 26 de junio de 1731. Recibió de su padre, que era maestro de obras, las primeras lecciones de la que iba a ser su profesión. Interrumpidas por fallecimiento de éste, el muchacho se trasladó a Oviedo, donde continuó el aprendizaje trabajando a las órdenes del arquitecto Pedro Antonio Menéndez, paisano suyo; al mismo tiempo estudió tres cursos de Matemáticas en la Universidad. El Ayuntamiento ovetense, habida cuenta de la capacidad de Reguera González, le envió pensionado a Madrid en 1764 para que perfeccionara y completara sus estudios e hiciera, además, los especiales sobre trazado y construcción de caminos. Obtuvo el título oficial de arquitecto en la Academia de Bellas Artes. Vuelto a Oviedo, el Ayuntamiento le confirió el cargo de maestro mayor; bajo su dirección se aceleró el progreso urbanístico de la ciudad con diversas obras.

No quedaron reducidas sus actividades a la ciudad de Oviedo, sino que se extendieron a otros lugares de la provincia. Sus obras más notables son aquellas en que concurren los conocimientos del arquitecto y del ingeniero, como el puente de piedra en Grado, con tres arcos de cincuenta pies de luz cada uno; el puerto antiguo de Gijón, donde sucedió a su maestro Pedro Antonio Menéndez; la reconstrucción del muelle de Candás; el puente de Santullano, y el trazado de la carretera de enlace con Castilla, a que hace referencia en sus Diarios Jovellanos, quien le acompañó en el recorrido en calidad de comisario de carreteras. Dentro de Oviedo dejó algunas obras notables, entre las que cuentan las efectuadas en la Universidad, las lunetas y canapés del Campo de San Francisco, la Silla del Rey, las fuentes de La Corredoria y la Puerta Nueva, el palacio de Velarde, la capilla del Hospicio (bajo planos del famoso arquitecto Ventura Rodríguez), la torre y pórtico de la iglesia de Santo Domingo. Construyó también el balneario de Caldas de Priorio, el Ayuntamiento de Pravia y el basamento de la Basílica de Covadonga con arreglo a los planes de Ventura Rodríguez.

Por sus merecimientos, la Academia de Bellas Artes de San Fernando le nombró académico de mérito el 4 de junio de 1780.

Dejó de existir en Oviedo el 13 de junio de 1798 y sus restos fueron inhumados en la iglesia de Santa María la Real de esa ciudad.

Fue autor de los trabajos siguientes: Planes para un paredón en el mar de San Lorenzo y la prolongación de otro para defender el barrio del Matadero; Señalamiento y tasación de daños de las heredades por donde atraviesa la carretera de Gijón a Oviedo y Representación de don M. R. G. sobre el sitio donde están las Aras Sextianas, manuscritos.

Concejo de Carreño

Una capital que es Villa de Olímpicos, tradición conservera y marinera, la devoción al Cristo, la inspiración clariniana, la pintura, la escultura, las coloristas paneras, las playas y miradores, la sardina, la buena cocina… todo un universo llamado Carreño.

Los concejos (municipios) que limitan con el Concejo de Carreño son: Corvera de Asturias, Gijón y Gozón. Cada uno de estos concejos (municipios) comparte fronteras geográficas con Carreño, lo que implica que comparten límites territoriales y pueden tener interacciones políticas, sociales y económicas entre ellos.

Comarca del Cabo Peñas

Es el territorio más septentrional de Asturias, en pleno centro de la costa regional, y ubicado entre Gijón y Avilés. Tanto Carreño como Gozón, los dos municipios que integran esta comarca, son lugares de gran tradición marinera.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Carreño y Gozón. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Conocer Asturias

«La preparación de la fabada asturiana es todo un arte. Comienza con la selección de las mejores fabas, que deben ser de tamaño grande, suaves y tiernas. Estas fabas se dejan en remojo durante toda la noche para ablandarlas y facilitar su cocción. Al día siguiente, se cocinan las fabas en una pota grande junto con el chorizo, la morcilla, la panceta y, a veces, el lacón o el tocino. La cocción lenta y prolongada es fundamental para que los sabores se mezclen y se desarrollen plenamente.»